imaginarios
que nos juntan
para ver fluir
la vida
en el mundo
Pero pocos
que nos dejan
saber
como fluye
un poema
en nuestra sangre
Mario 2001 (en Tropos)
a José María
que me ha permitido caminar
por mi vida interior como debajo
de las luces y sombras del amor
Mario
2000 – menos!
(en Sucesión del ser)
(en la vigilia y la roca)
a José María
Después del cristal (*)
que a veces nos separa
y otra nos hace uno
Mario
(en Búsqueda por el amor)(*) se refiere al telón de las ideas
A Mario Porro (uno de mis poetas más admirados y un verdadero “maestro”) no le gustaba dedicar libros. Por eso le estoy infinitamente agradecido por las que me regaló. La dedicatoria de Tropos posiblemente sea su último poema. Como no pude descifrar qué había escrito le pedí que me la leyera. Mario tampoco pudo entender su letra manuscrita. La terminamos "descifrando" juntos (para recordarla la anotó en su libreta y yo en la mía). A Mario dediqué mi libro Son dos los que danzan y el poema "Mario Porro".
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