Nadie lee a los griegos.
Hace tiempo eran moda
en revistas y diarios
y cualquier sofista y pueblerino
traducía sus textos.
Yorgos, Constantino, Yanis,
Odysseas, Takis, Nikiforos
y otros de menor envergadura
se convirtieron en el hazme sentir
de los poetas sensibles.
Incluso en mi ciudad
se versionaba y leía a los griegos.
Luego, mucho después,
hubo fuego en la lluvia
que rápidamente todo lo extinguió
a pesar del consejo socrático.
2 comentarios:
Excelente. ¡Gracias, poeta!
Gracias a vos, Carlos, jm
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