JOSÉ MARÍA PALLAORO
EL ESTADO DE LAS COSAS
City Bell, 2001 - 2002
¿Nada que decir?
¿Nada nada que escribir?
Por eso mismo
1.
LA PROFUNDIDAD DEL OJO
No te preocupes si
me acerco con las manos vacías
Se colmarán de espinas
cuando en tu piel palpiten
La noche pasa
en la cama despierto
regreso solo
Tarde de ruidos
En un rincón del pensar
dejan sus sombras
Esta vez digo
una noche por un día
basta de sueños
No hay imágenes que convertir en palabras
No hay palabras que se llenen de emociones
No hay emoción cuando el pájaro que esperábamos
es solo una piedra caída de la copa de un árbol
¿Piedra arrojada por un niño
desde la casa abandonada?
¿Resto de madera
amputada del cuerpo del árbol?
¿Solo una arrugada dorada hoja pesada
piedra inmóvil en el piso? ¿Muerta?
En el silencio la pena
El viento la cubre de viento
En el corazón detenido la nada late
Aunque quisiera la suerte no está
Algo dice: todo pájaro despliega sus alas
En este caso cae de la rama más alta del paraíso
Aire que besa la frente
El mendigo abre los ojos
El viento azul descubre un cielo y da vida
Posibilidad de mirar a los ojos que mira otros ojos
Necesidad de quién sos y verte
En el pico de la paloma soy pedazo de pan
Vuelo hacia un lugar-hogar familia
En bocas de la vida pedazos de mí
Los pájaros saltan sobre los escombros
La casa vieja tiembla
El viejo sonríe
Desde el camastro su osamenta recibe lo lejos
en la boca de un hombre que espera un milagro
Sol sol sol sol sol
luz de noche en la calle
aire de piedras
Duerme como pajarito
¿O descansa como pajarito?
Sin conmoverse
el frío de lo oscuro transpira
Óxido que carcome la silla abandonada en la penumbra del patio
Humedad que no permite distraerse en lo seco de los escombros
La libertad de mirar la frente del otro
cuando le frunce el ceño el sudor del miedo
Escombros en el frente de la casa
Pájaros hurgando entre las piedras
Lombrices se retuercen
Y vuelan hacia el habitar de los picos abiertos
Los chicos gritan
Juegan en la calle con la inocencia de la podredumbre
Miré la luna aparecida en el ocaso
Cuando cobró cuerpo oscureció su rostro
y cerré los ojos para recordarla
Basta de escribir
La imaginación se distrajo con la lluvia
2.
EL ESTADO DE LAS COSAS
Las voces familiares
El hombre piensa que solo
de mañana puede encontrarse
Es en una hora exacta
en la que se lavó la cara
calentó el agua para los mates
y está sentado
Frente al luminoso ventanal
es que el hombre piensa
luego se levanta
retoma el rito de encender la radio
las voces familiares se adueñan del lugar
y escucha
Sin un lugar en el mundo
Las ventanas de la casa abiertas
Los ojos como ventanas
En oscuridad el afuera
En la oscuridad el adentro
El estado de las cosas, 1
La poesía es un ojo enterrado
en un océano de palabras
El estado de las cosas, 2
¿Acaso la palabra
es el ojo tuerto
de la poesía?
Caminata
Una lengua en el cielo la tarde es
cicatriz que sangra
Toda la paciencia del mundo, 1
“No abrir las heridas
del pasado”
y quedo callado
abierta herida
sin cicatrizar
Toda la paciencia del mundo, 2
“Lo culto es aburrido”
Muestro la mejor de mis sonrisas
y condescendiente
con la mano
digo adiós
Marcas
No digas que la tarde es una marca en el cielo
Solo son señales que al marcharse las nubes dejan
Naderías
Sin escribir
Palabra caída
Soplada por lo que perdura
a la nada
Los dueños de la tierra
Y del aire y del sol
¿Es verdad esto
que digo? ¿Alguien puede adueñarse
del sol? ¿Prohibirlo postergarlo
oscurecerlo? ¿No permitirnos
su calor?
Digo que los dueños
de la tierra y del aire y del sol
Un mundo
Para escribir tu nombre
necesito un mundo
Peceras
Ni siquiera miradas
Apenas un leve gesto
de la cabeza
que se inclina
Lleva la mano a la frente
y el mundo oscurece el mundo
Tener la capacidad de no tener
Nada en la cabeza un pez
En la pecera que nadie cuida
Carne
Daba la impresión de haber sido
un ovejero de los Cárpatos
Enterraba la cabeza el mestizo
en el agujero del lobo muerto
Arrancaba la carne
lamía
la herida que iba abriendo
Ella trajo
caliente vino surero
frascos de tomates y ajíes y berenjenas
Lluvia de domingo
brisa del sur que moja
La música
llega desde la habitación más lejana
Al menos eso creo
en este día de invierno donde el sol
inalcanzable abraza
La lluvia
Nunca agachamos la cabeza ante el otro
Salvo para la reverencia
Un cuerpo sumido al otro
Los dos danzando ante la lluvia
Paraísos
Revisa discos viejos
De grande aprendió
la fórmula para protegerlos
Se necesita en partes iguales
agua destilada y alcohol y kerosén
Después gira su propio incendio musical
festejando en el paraíso
Como
barco que se aleja
Tu mano lejos de mí
no escribe
Como pájaro que no
da sombra
Silencio triste
en el fondo
del mar
Plaza La Emilia
Luego de caminar el domingo
el hombre enciende el primer cigarrillo
En la mañana bolsas negras y ramas secas
confirman que la vida es un péndulo
cada vez más cerca del abismo
En los bancos tristes hojas de eucaliptos
coronan tablas inexistentes
¿Maderos que alguna vez
sirvieron para descanso
de los que quisieron
cobijarse en la tierra
o aferrarse a ellos
para sobrevivir
de los naufragios?
Una mujer
Como evidencia certera de que seguimos vivos
gira alrededor del mundo
desde su infinita belleza
Las risas de la calle
en nuestros corazones
la isla y el mar
calman sueños endurecidos
donde no hay banderas de victoria
El hombre de letras ahora toma leche
y con el sabor aún
rondándole en la boca
se pregunta qué habrá
detrás de ese parcial alfabeto
Y ante el vaso vacío
nace de la claridad las palabras
Libertad esculapio ciudad hortensia entropía
“Y es posible que en su interioridad
haya otros universos”
piensa
cerrando el libro y volándose
la cabeza
El hombre ciego
esperó la noche
y en esa noche
temblorosas estrellas
le hicieron recordar
que cuando pequeño
de alguna supo su nombre
terrestre
Quizás por eso cuando cerró los ojos
–brillantes intimas– estrellas seguían dentro de él
Así estamos
Lejos uno del otro
Lejos
Muy lejos
En mí
¿En la noche compartir solo el pan?
Pan que confunde los sabores la mirada
Hasta que la boca se nos seca
y se humedecen los ojos
y comprendemos
que es la sed la que nos alimenta
Más adelante decís
Cuando la noche caiga
las obligaciones
por un momento
lejos de la casa
y de los afectos
Seguro: tu luz
en mis ojos
como verdadera dicha
Ventisca
El mirar se detiene
en vos
trae
lo que no sé
La noche no le hace olvidar
del dolor de cabeza
Los pájaros que anidan dentro
quieren volar
y sabe: en la mañana
el agua descubrirá un rostro definitivo
Me quedo en casa
Para no ver
quité espejos
me arranqué los ojos
me corté la lengua
me até las manos
para estar al día
con las cosas
mi vida avanza
sin dudas
quieta
quieta
ante un viento que nunca termina
Los golpes
se suceden unos a otros
dejan lugar a un silencio
inexistente
Luego retornan
En su volumen
algo sordo pareciera protegernos
*
1. LA PROFUNDIDAD DEL OJO
2. EL ESTADO DE LAS COSAS
Las voces familiares (01.01.02)
Sin un lugar en el mundo (21.01.02)
El estado de las cosas, 1, 2 (21-01-02)
Caminata (4.04.02)
Toda la paciencia del mundo, 1, 2 (04.04.02)
Marcas (04.04.02)
Naderías (1.06.02)
Los dueños de la tierra (1.06.02)
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