28/12/12

Nota en Suplemento NORTE


de hoy, viernes 28 de diciembre
de 2012. Día de los santos inocentes.
Gracias!!!


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7 poemas en Los poetas no van al cielo


7 POEMAS
EN 
Gracias!


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26/12/12

2 poemas en el poeta ocasional


DOS POEMAS EN 

Muchas gracias, Pedro!


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Foto: Jmp

22/12/12

2 poemas en poesía del mondongo


POESÍA DEL MONDONDO
DOS POEMAS DE
Gracias!


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21/12/12

Acerca de 33 papelitos, en revista La Pulseada

Revista LA PULSEADA 10 AÑOS


Por Margarita Eva Torres


En los “33 papelitos y una mora horizontal” de José María Pallaoro hay contemplación, conocimiento y espiritualidad. Hay música, nombres, vida y lo real se degrada hasta cobrar tintes espectrales e ilusorios. Al introducirse en el mundo que el autor plantea, poblado de imágenes y objetos en los que late un poderoso potencial de creación y acción, uno se pregunta: ¿Los sueños invaden la realidad o la realidad se fusiona con ellos?

En los albores de la modernidad,  Descartes se desveló por el interrogante que abre la incapacidad del hombre para determinar, en un instante preciso, si está despierto o está dormido. Pero el poeta supera la disyuntiva porque su universo se constituye de lo sensorial, pero también de lo onírico y de lo que subyace en la inefable intimidad del ser y busca una nueva identidad a su imagen verdadera.

En un tiempo que no se mide, la vida fluye hacia un fabuloso horizonte donde todos los pronósticos y paisajes son esperables y bienvenidos: sol, viento, luna, otoño, amanecer, piedras, islas.

El poeta se nutre de todas y cada una de las capas de la realidad que elige vivir y la palabra -arma y coraza- le permite ubicarse entre esos mundos y hasta logra separarlos: desnacer en uno para emerger en otro, en un eterno juego místico e intransferible.

Condenado a reavivar cenizas y sembrar, se anima. Se desnuda. Se entrega a la poesía, ese mar que brillar a lo lejos. Donde vaya, la palabra irá tras de sí, como una sombra.

Margarita Eva Torres


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20/12/12

El sol de una mejor oportunidad



EL SOL DE UNA MEJOR OPORTUNIDAD
(NEBBIERA)

No soy pájaro
Pero en caso de tener alas
–por ejemplo–
en la lluvia de hoy

estaría acurrucado
junto a la compañera

refregándonos
con los picos
las plumas

los dos calentitos
esperando

el sol

de una mejor
oportunidad


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19/12/12

Una medida adecuada a todo



Una medida adecuada a todo” (2009-2011), octubre 2012. 

     El muro

     Todos los días y todas las noches
abro los ojos
con la esperanza de ver
el dorado rostro amanecido. 

Pero el muro sigue allí.

El muro sigue allí.


     Alumbre

     El lado oscuro del espejo: un fósforo
a punto de encenderse.


     Picados por la curiosidad

     ¿La sensibilidad del otro
nos parte en dos,
nos hace uno?

Y entonces ocurre
lo excepcional,
lo no previsible.

Tus dedos
acariciando los míos.


     Me desgajo de vos

     y crezco
con una claridad
insospechada.


     Una madrugada hasta el amanecer

     Caí una madrugada 
a un departamento 
deshabitado cerca del Almafuerte.
Nadie me deseaba, nadie 
me esperaba en la oscuridad.
El sol imposible, lejos, 

como siempre, en algún rincón 
del primer piso.
Me froté los pies
durante algunas horas

intentando no pensar.
Y así, hasta el amanecer, 
en que el gallo cantó, 
y me fui

de donde nunca estuve.


     El camino más fácil

     Ella sopla las opacas nubes 
de su corazón
                              y se resfría.


     Por el motivo que sea

     Clara
es tan clara
que no
necesita soles
para embellecer
los días.

Eso sí:
cuando cierra
sus ojos
todo hace agua
y lo que vale
la pena
se ahoga.


     El pasajero

     Ser otro
sin pasado.

Un hombre nuevo
clandestino por Barco,
Almería o Los Hornos.

En otro país,
en otra ciudad,
en otro lugar,

en otra cama,
en otro infierno.


     Poesía pura

     Después de la ducha 
el vate cuelga 
de la percha 
la bata 
húmeda, blanca, 

y seco va, 
aún desnudo, 
hacia el escritorio 

a trabajar 
libre 
de impurezas.


     La utopía se nombra

     El joven escuchó
a Antonio Gamoneda
recomendar
a tres poetas
que bajo el poncho
se las traen
o trajeron.

Diego Jesús Jiménez
(Madrid, 1942-2009),
Manuel Álvarez Ortega
(Córdoba, 1923)
y Enrique Falcón
(Valencia, 1968).

“Por la santísima trinidad
si tengo la más puta idea
de quiénes son”,

dice en tono de preocupación sincera.


     Un poema zen

     Nada estalla de las manos
del solitario que escribe su poema
sin pájaros del deseo.


     La muda

     “Estoy bien
pasa que no tengo
palabras”,

dijo la muda
y se puso a cantar,

a cantar.


     No puedo cantar

     Bueno, volveré a casa, hace ya demasiado
tiempo que no escucho el gemir del álamo,
volveré, estuve ciego, volveré, estuve sordo;
volveré a casa, ese es mi deseo, volveré
a usar mis manos en el jardín, limpiaré
los rincones; hola John, hola George, sonará
otra vez la música de días mejores, hola
Raymond, hola Joaquín, hola Edgar, hola fantasmas
de mi corazón, volveré, volveré a ustedes. Ey,
adiós amigos, he estado demasiado tiempo
buscando lo que no existía, yendo hacia
lugares donde no me esperaban, bueno,
estaré pronto, allí estaré, allí, bailaremos
los dos en el río amarillo, como ayer
bailaremos y nos pondremos rojos
de dicha, con vos, la dicha de estar con vos,
allí, en mi lugar, y papeles y papeles y viento,
volveré lugar, volveré hogar, estuve tan mal
afuera, quiero, sí, quiero un poco más de luz,
volveré, amor, volveré, estuve perdido demasiado tiempo.


     Apenas puedo ofrecerte

     No me pidas
que compre
algún regalo.

Vivo imposibilitado
de entrar
a lugares extraños
que solo logran producir
acidez estomacal
y dolor de cabeza.

Apenas puedo
ofrecerte
este cúmulo
de vagas palabras
salidas del cascarón 
a lo largo de este año,

en este sitio,
en otros espacios.

En el corazón de mi hogar.

*

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18/12/12

Otra oscuridad



OTRA OSCURIDAD

Como un viajero
a su sombra
la sigo

No hay hambre
Sólo deseo

Cuando me pierdo
o ella se deshace
de mí

el pensamiento
deja de aventurar
conjeturas

y quedo solo
en mi otra oscuridad


.

17/12/12

Para qué



PARA QUÉ

Para qué dormir
si en sueños

el cielo es el cielo
la tierra es la tierra

y nosotros
dos pájaros

que se cruzan

y no se reconocen



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16/12/12

El muro



El muro


Todos los días y todas las noches
abro los ojos
con la esperanza de ver
el dorado rostro amanecido.


Pero el muro sigue allí.


El muro sigue allí.


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15/12/12

Un poema zen



     Un poema zen

     Nada estalla de las manos
del solitario que escribe su poema
sin pájaros del deseo.