5/5/10

En la cabeza del silencio


EN LA CABEZA DEL SILENCIO

Por Diego E. Suárez

"Son dos los que danzan", de José María Pallaoro. Libros de la talita dorada, City Bell, Buenos Aires, 2005.

"El poder de una palabra/ no radica en la voluntad/ de poder/ decir aquello/ que los demás/ quieren escuchar// El poder de la palabra// es un certero golpe/ en la cabeza del silencio". Con esta claridad Pallaoro reflexiona acerca de las posibilidades de lo dicho y lo decible `que equivale a mentir’, y como prueba de hecho nos ofrece una poesía que no busca conformar ni contentar, sino conmover, movilizar, desacomodar, con una economía de recursos poco corriente.

Con este fin, recurre, por ejemplo, al empleo de preguntas punzantes, preguntas-aguja que buscan sacarle la espina al silencio, pero que al fin y al cabo consiguen anestesiar la molestia con una molestia más intensa. Dichas interrogaciones pueden aparecer formuladas en forma explícita, como en "Los muertos": "¿Qué se hace con un muerto?/ ¿Se lo deja en casa?/ ¿Se le cierran/ las ventanas y la puerta/ de la habitación?/ (...) ¿Se lo comienza a olvidar/ para no sentir/ culpa de su abandono?"; y en otras oportunidades, ni siquiera es necesario desenvainar el interrogante, sobre todo cuando se está ante "La respuesta que uno intuye": "A pesar de su partida está/ sentada/ en el lugar más luminoso/ contándonos acerca de la belleza/ del jardín/ y de la suerte que tuvo con sus hijos// (...) No quise interrumpir sus palabras/ pero pensé preguntarle/ si ha sido feliz/ si lo es ahora// Ese tipo de preguntas que se suele dejar/ para días de otro color// Interrogaciones que a veces/ es preferible evitar/ por temor a la respuesta".

Irina Bogdaschevski expresa acerca del modus operandi del autor: "El recurso metafísico de José María Pallaoro es la profunda y maravillosa melancolía que colorea intensamente el recuerdo desangelado de los vuelos que tanto añoran siempre los humanos. Eso le hace volver todo el tiempo a la imagen del pájaro, su "alter ego', ese ser frágil, pero libre de subir a alturas envidiables". Pero también, el pájaro, omnipresente en la primera parte del libro, puede simbolizar elementos lúgubres e inquietantes ‘bate sus alas en un rincón "El cuervo" de Poe’; por eso, en el interior del libro aletean pájaros enjaulados, desdenes secretos que anidan en la mirada de lo deseado, como ocurre en "Certezas": "sé que hay un pájaro/ en tu mirar/ sé que en ese mirar/ la dicha es luz/ además sé/ que en vos/ la dicha es/ un pájaro/ que no me ve".

La distribución de los versos a lo largo y a lo ancho de la blancura del papel hace que cada página del libro se convierta en un tablado, en un espacio dispuesto para la danza de las palabras, donde los espirales del sentido van y vienen, zigzagueantes. De esta manera, son dos los que danzan: el significado y la mirada de quien lee.

José María Pallaoro nació en La Plata en 1959, y reside en City Bell, provincia de Buenos Aires. Publicó plaquetas, cuadernos y tres libros de poemas: "El viaje circular", "Pájaros cubiertos de ceniza" y "Son dos los que danzan". Como difusor cultural de música y literatura realizó en diferentes FM's los programas: "La máquina del tiempo", "En la vereda del sol" y "Mariposas de madera". Es director de el espiniyo, revista de poesía de las cuatro estaciones.

Diario “El Litoral” de Sante Fe / Edición del Sábado 05 de julio de 2008
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Diego E. Suárez (Posadas, 1979). Licenciado en letras (Universidad Nacional de Misiones). Docente, investigador, periodista cultural y poeta. Actualmente reside en la ciudad de Santa Fe.
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2 comentarios:

Germana dijo...

Felicitaciones Poeta!
Creo haberte dicho que me gustan las preguntas... luego de esta importante crítica es imperioso leer ese libro, entre rúcula y cerveza!
Abrazo!
Ger

José María Pallaoro dijo...

Que así sea!