Ahora que ya no está, los ojos se ponen tristes, y es mejor cerrarlos. Se puede llegar a creer que hay transmisión de pensamientos; pero los ojos, completamente oscuros, siguen tristes, y no somos perros ni forasteros del campo, y el sol desaparece y no nutre idea nueva ninguna; ahora que ya no está como ese hermoso rubí que se extravió, en la nada, en la nada.
Foto: Jmp
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