La ciudad de la sensatez. La ciudad del sentido común. La ciudad de la belleza. Así la llamaban gran parte de sus habitantes (otros, muy pocos, ombligueaban complacientes el ni de la apariencia). No eran necesarios, entonces, psiquiátricos y hospitales, y los borraron con topadoras y máquinas de extrañas siglas. Dejaron solo algunos escombros en sitios estratégicos y los pintaron del color del sol.
.
I: s/d
No hay comentarios:
Publicar un comentario